Traducción y localización de páginas web con memorias de traducción

La traducción y localización de páginas web es una tarea compleja, en tanto en cuanto las webs son entornos que integran diferentes tipos de contenido multimedia y muchos lenguajes (sonidos, imágenes, texto...). Una buena web debe mantener un cierto equilibrio entre la cantidad de texto y de imágenes. Todo esto supone una dificultad para la traducción: por ello, en este tipo de encargo de traducción no trabaja un único traductor sino un equipo de profesionales con diferentes competencias (traductor, localizador, informático, diseñador gráfico...).

A la hora de traducir una página web debemos tener en cuenta que en este tipo de texto prima el lenguaje visual, ya que este tiene una mayor incidencia en el usuario. Esto nos condiciona sobre todo en el largo de las traducciones: no podemos extendernos cuanto queramos ya que no debemos destruir el lenguaje visual de la web original.

La información que contiene una web se estructura en dos niveles:
1.- La información que ve el usuario. Este es el texto que hay que traducir.
2.- La información interna (código fuente). Aquí es donde interviene el traductor, insertando su texto pero siempre respetando las etiquetas de la web original, que normalmente no se traducen. Estas etiquetas están destinadas a los navegadores. El traductor trabaja en el texto que está contenido entre dos de estas etiquetas. El formato de las páginas web, el html, se caracteriza por la abundancia de códigos.

La estructura interna de la web original (todos los enlaces que llevan de una ventana a otra) ha de mantenerse en la traducción. También se mantiene tal cual la hoja de estilo (las pautas de formato, colores de la tipografía...) y las carpetas de Imágenes y programas como Flash y Javascript, que se autoejecutan. Es decir, lo único que se traduce en una página web son los html, pero los demás elementos no pueden ser eliminados. 

Así, tenemos varias opciones para elaborar la traducción de una web:

1.- Abrir el código fuente en un .txt y traducir encima del texto del cuerpo, que está marcado en fuente de color negro. Esta opción no es muy recomendable, ya que además de sobreescribir la traducción al texto original, con los errores que eso puede conllevar de por sí, debemos tener mucho cuidado para no borrar ninguna etiqueta.

2.- Lo más recomendable es utilizar un programa de traducción asistida tipo DÉJÀ VU:

Ventajas de utilizar el programa de traducción asistida DÉJÀ VU (o cualquier otra herramienta TAO) a la hora de realizar la traducción de una página web:

- Facilita la limpieza de códigos: Las memorias de traducción eliminan toda la información no traducible de la web, es decir, las etiquetas, y simplemente extraen los textos contenidos entre las etiquetas

- Ayuda a recuperar información previamente traducida (en las distintas pestañas de una web suele haber elementos constantes que siempre se traducen de la misma manera), permitiéndonos mantener una coherencia interna mayor, sobre todo cuando se trabaja en equipo.

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